lunes, 21 de mayo de 2007



Domingo, 20 de mayo de 2007. De vuelta a casa, por fin.


Lo que se prometía una excursión corta y agradable ha sido un pequeño calvario. Había algo en el ambiente que parecía como si los espíritus del Dílar, nos hayan querido dar que hacer. Por algo será.






Empezamos por contar con escaso poder de convocatoria porque por diversas ocupaciones, los que son incondicionales no han podido venir,. Salimos del Local Carmen y Antonio, María y Conchi. Ángel nos esperaba ya en el río Dílar.








Iniciada la marcha a poco nos encontramos que parte de la vereda esta inundada de agua. Era el inicio. Después, las 11 travesías, para arriba, y las 11, para abajo (¡¡¡22!!!), hemos tenido que descalzarnos, quitarnos los calcetines, atravesar el río, volver a calzarse. Así hasta 22 veces. Parecíamos un taller de castores aprendiendo a quitarse botas, calcetines, enlazar cordones, una y otra y otra y otra vez. De los nervios que estoy.








Con bastante paciencia y esfuerzo hemos conseguido llegar a la Cascada. Y volver.



































El que avisa no es traidor :



NO VAYAIS NUNCA AL RIO DILAR EN ÉPOCA DE DESHIELO O CON LLUVIA.



Las piedras que sirven de vado para atravesarlo estaban cubiertas de agua y, claro, hemos tenido que hacer mas barranquismo que senderismo.



El río Dílar, que originalmente la naturaleza le dio su nacimiento en la Laguna de las Yeguas, es un río huérfano. Se abastece su cauce de otros progenitores que lo han adoptado.






Su madre, aquella idílica laguna, que vieron mis ojos de niño, con su forma dinámica de guitarra y sus prados verdes donde se intercalaban Estrellas de la Nieves, Violetas de Sierra Nevada y pequeños Ranúnculos amarillos, no existe. En su lugar hay una monstruosa pantaneta.

Hace ya tiempo que un ejercito formado por políticos corruptos, jueces sin rostro y especuladores de la inversión inmobiliaria entraron a saco en nuestra Sierra en una estrategia de exterminio total, que aún continúa, haciendo una enorme mojón.

Entre los pastores y recolectores de manzanilla real y otras plantas medicinales había una leyenda acerca de esta laguna, como de otras también hay. Se hablaba de la presencia de una especie de magos, que con vestiduras de rasgo oriental se acercaban a sus orillas y tras pronunciar unas palabras mágicas echaban unas redes y pescaban yeguas. Esta operación se repetía año tras año, cuando el deshielo, y siempre en busca de una yegua color roja cuya montura haría invencible al jefe militar que la tuviera. Las yeguas, mansas y nobles, pastaban un rato y volvían al agua al oír un silbido proveniente de la laguna.

Los magos no han vuelto a venir. Las yeguas tampoco están. Un día grandes maquinas de guerra removieron las orillas de sus borreguiles. Como en una batalla, inmensas coladas de hormigón, como si fuera aceite hirviendo y cera liquida, cayeron sobre las paredes de la pantaneta configurada a tal efecto con las máquinas. Del cielo empezaron a caer tal cantidad de haces y gavillas de ferralla para armar la construcción que se obscureció el sol. Como cuando en la batalla de las Termópilas los griegos de Leónidas perdieron la luz del día cuando los arqueros del persa Jerjes lanzaron innumerables flechas.

Era el tributo del progreso. El mojón de Sierra Nevada, esa masa de edificios que compiten en altura con el cercano Mojón del Trigo o los Peñones de San Francisco, necesitaba agua y mas agua : para el abastecimiento humano y para abastecer los cañones de nieve artificial.

Hoy, en el estruendo de la cascada me ha parecido oir el galope de las yeguas asustadas. Quizás estén escondidas en una cueva detrás de la furiosa cortina de agua huyendo de la lluvia de flechas de ferralla.


A la vuelta, cansado de tanto trajín, con la moral un poco baja, me han venido dulces sentimientos. Me he acordado de Serrat. Joan Manuel Serrat forma parte de mi educación sentimental de tal forma, que seguramente ha conformado algunos de los recuerdos más bellos de los años de la añorada adolescencia. Después, con la serenidad, ha quedado aquello que el tiempo no decapita, y muchas son las cadencias de Serrat que han conseguido acompañarme a lo largo de la vida. Sus canciones de ayer, igual hoy con mis recuerdos mas recientes y felices, por su densidad, han formado como capas o pieles de mis emociones.

Por el río bajaba también conmigo mi memoria y me acordaba, y cantaba una de sus canciones primeras:



AMIGO MIO



Amigo mío que



desde que el tiempo fue



tiempo, vas sembrando guijarros




por donde es plomo el sol




y es tan espeso el polvo




del camino, que embarra el canto.







Si al ir manso a doblar




un recodo hacia el mar




vieses los ojos de esa muchacha,




detén tus aguas y




pregúntale si




se acuerda de mí.







Si la ves en primavera,




corre con ella




por los trigales,




arrancando amapolas, avena y grama




para adornar el jarrón que hay junto a su cama.








Si la ves cuando el verano,



moja su mano




seca y calina,




mécela entre tus brazos frescos de río.




Y vuelve para contármelo amigo mío.











Si al ir manso a doblar




un recodo hacia el mar




vieses los ojos de esa muchacha,




detén tus aguas y




pregúntale si




se acuerda de mí.








Si la ves cuando el otoño




te hace ancho y hondo




y sueña el barbecho,




cuéntale que la llevo como el abrojo,




prendida en el pelo, el alma, el vientre y los ojos.








Si la ves cuando el invierno




viste su terno




blanco y helado,




cuida que por las noches no sienta frío.




Y vuelve para contármelo amigo mío.




lunes, 14 de mayo de 2007

Domingo 20 de Mayo de 2007, por el río Dílar, hasta la cascada.


En esta ocasión como la ruta es algo mas corta, hemos quedado citados a las 9:30 de la mañana a las puertas del Local. Y si alguien le conviene no llegar hasta aquí, podemos vernos a partir de las 10:15, en el aparcamiento que existe antes de la barrera en la Área Recreativa del Dílar. Para llegar hasta allí, habremos de cruzar todo el pueblo de Dílar, siguiendo las indicaciones que nos dicen: “ RIO “. Después de las últimas casas en pocos kilómetros llegamos al lugar de comienzo de la excursión.






































La citada Área Recreativa, dotada de bancos, mesas y fuentes, tiene en sus alrededores el Aula de la Naturaleza Ermita Vieja, para la interpretación del ecosistema de la zona.






















A pocos centenares de metros vemos el edificio de la Central Eléctrica con su imponente tubería de canalización de las aguas que bajan desde el Canal de la Espartera y que hacen mover sus turbinas. A partir de aquí el camino se convierte en una vereda que nos llevará río arriba hasta la Cascada que hemos establecido como el punto final.






Se hace bastante entretenido entre el intenso ruido del agua y la cantidad de veces que habremos de cruzarlo (creo que son 11 veces), pisando sobre las piedras colocadas a tal efecto. Y además, disfrutando de un valle, en el que por lo encajonado que discurre, en su mayor parte, tenemos que elevar mucho la vista para contemplar los picos circundantes, que caen casi a tajo hasta el río.


Empezamos a nuestra derecha, en sentido de subida, con Cerro Hueco (1.609) y la pequeña cordillera que configuran los Alayos, con su Picacho Alto (1.782), Corazón de la Sandía (1.886) y el Castillejo (1.982). A nuestra izquierda, la Boca de la Pescá con sus 1.512, desde donde se baja la tubería de la Central. Mas adelante nos llegara, también por la izquierda la Rambla, la chorrera del cortijo Sevilla y el Barranco del Búho.









Desde el coche y tras hacer 4 kilómetros y un tiempo de 50 minutos, veremos a nuestra izquierda las construcciones que hay junto el aparcamiento del Canal de la Espartera y el cortijo Sevilla, una torre tipo transformador de la electricidad y alguna casita.






La cascada esta a 1 hora y media de la salida, y pocos minutos antes de que el reloj marque ese tiempo, tendremos que tener muy en cuenta que , y en el momento de pasar dentro de una chopera (días pasados había un árbol caído cortando el camino), hay que coger la vereda de la izquierda, ya que hacia la derecha sale otra que por lo muy pisada parece mas idónea, y que nos llevaría hacia una empinada cuesta y nunca a la cascada. Es el enlace , 20 minutos mas adelante, de la carretera que baja desde la Cortijuela y que pasa por el Refugio Cortijo Rosales.






La vuelta supone otra hora y media.


La distancia total entre ida y vuelta, son algo mas de unos 12 kilometros, aproximadamente.

Y agua, con las debidas precauciones, en el río tenemos la que no somos capaces de consumir.


Os esperamos.

martes, 1 de mayo de 2007

Domingo, 29 de Abril de 2007. Hemos rodeado al Trevenque.

































Contra unas previsiones que se vaticinaban de posibilidad de lluvias, hemos cumplido nuestros objetivos con un día excelente.




Y no solamente en lo meteorológico, ni en cuanto al paisaje, ni en cuanto a la ausencia de avatares que estropearan lo deseado. Hoy hemos contado, además con la grata presencia de otros colegas que se han sumado a la excursión y que esperamos y deseamos vuelvan a acompañarnos a otras.




En concreto, me refiero a los compañeros integrantes de A.G.A.E., Toñi y Lillo, Mati y Manolo, Teresa y Manfred, que junto a Maria, Angel, Luigi, Paco y el que os escribe, hemos disfrutado de un día redondo. Bueno, se me olvidaba, y también nos ha acompañado Rey, el cariñoso y noble amigo fiel de Mati y Manolo. Hoy iba la cosa de reyes.




Iniciamos nuestra andadura desde el Canal de la Espartera a poco mas de las 10:00 de la mañana y hemos regresado después de 4 horas y 15 minutos al punto de partida tras recorrer los casi 15 Km. previstos. Y la excelente meteorología nos ha dejado disfrutar de las diferentes vistas del Trevenque, el Pico de la Carne, el Tamboril, Cerro Gordo, el pico del Tesoro, el cerro de la Cortichuela, la loma de los Panaderos, la loma de Dílar. El bucólico paraje de la Cortijuela. Los Alayos con su Corazón de la Sandía, su Picacho Alto, su Castillejo, su collado del Pino. Finalmente al regreso, la inconfundible silueta de la Boca de la Pescá y su próximo Cerro de las Pipas. Y hacia arriba, en el horizonte, las altas cumbres con bastante nieve. Especialmente el Caballo, ya que el Veleta nos lo tapaba el Rey.







El Rey, efectivamente, así se le llama al Trevenque. Es el rey de la Baja Montaña. Su inconfundible silueta, sus arrogantes paredes, como si de un castillo se tratase de la Tierras Medias, lo hacen si no inexpugnable, si bastante penoso en sus últimos tramos. Y aunque su altura es muy inferior a sus hermanos mayores, rivaliza en poderío y elegancia. Y sus blancas arenas dolomíticas le acentúan aun mas su personalidad ( ¡ qué cantera para que la pillara un constructor ¡ ) .


Hemos estado durante todo el recorrido rodeándolo, merodeándolo, acosándolo, vagabundeando alrededor como si fuéramos Orcos , Uruk-Hai, Goblins, Ogros o Trolls, ansiosos de tomar la blanca y elevada ciudad de MinasTirith de las Tierras Medias, el reino de Gondor. Otro día programaremos su conquista.














Hemos comentado en varias ocasiones durante el paseo, el Belén que tradicionalmente los montañeros colocan en su cima en los días previos a la Navidad.




Teniendo como referente temporal la próxima fiesta de la Cruz, desde cada una de sus perspectivas, y de cada una de las perspectivas del Trevenque, a mi se me antojaba su silueta como un incomparable Gólgota donde poner una inmensa Cruz.




La Cruz, la Cruz de Mayo , que nace en la tradición cristiana como Exaltación a la misma por su simbología de Redención y Amor, tiene indudables enlaces con tradiciones mas antiguas en toda Europa, como la Fiesta del Árbol de Mayo. Es cuando, el día 1 de Mayo, en los pueblos emplazan el "mástil de mayo", un árbol, en alguna plaza o un descampado. El árbol es cubierto de cintas y, a su alrededor, comienza la danza y el canto. Un rito por el cual se alienta la fusión con el poder vegetal y su sagrado efecto de renovación de la vida universal...Los árboles o la vegetación encarnan siempre a la vida inagotable: lo que corresponde, en la ontología arcaica, a la realidad absoluta, a lo "sagrado" por excelencia. El cosmos está simbolizado por un árbol.

Al final, muchas cosas concuerdan.


Árbol/Madera/Cruz/Invierno/Muerte/Primavera/Vida/Resurrección/Redención.




Hoy yo me quedo con el símbolo de amor de la Cruz, y después de haber disfrutado del día de excursión y de la compañía, me viene a la memoria aquellos versos de Juan Ramón Jiménez :



Mañana de la Cruz




Dios esta Azul, la flauta y el tambor


anuncian ya la cruz de la primavera.

!Vivan las rosas, las rosas del amor,


entre el verdor con sol de la pradera.





!Vámonos al campo por romero,


vámonos, vámonos por romero y por amor......





Le pregunte:¿Me dejas que te quiera?


Me respondió, radiante de pasión:


Cuando florezca la cruz de la primavera,


yo té querré con todo el corazón.




Vámonos al campo por romero,


vámonos, vámonos por romero y por amor.......




¡Ya floreció la cruz de la primavera!


¡ Amor, la cruz, amor, ya floreció!


Me respondió:¿Tu quieres que te quiera?


!Y la mañana de luz me traspaso!




Vámonos al campo por romero,


vámonos,vámonos por romero y por amor......




Alegran flauta y tambor nuestra bandera.


La mariposa esta aquí con la ilusión....


!Mi novia es la virgen de la era


y va a quererme con todo el corazón!

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Me envia el amigo Angel esta foto del final de la excursión, en la que departimos una limonada fresquita entre los participantes.

jueves, 5 de abril de 2007

Rodeando al Trevenque, excursión prevista para el Domingo día 29 de Abril de 2007.



Pincha el mapa


Con una hora de cita dispuesta para las 09:00 de la mañana, en el Local , partiremos hacia el área de aparcamiento de vehículos del canal de la Espartera, donde , y para los que no precisen venir a Granada, podíamos quedar para salir andando para las 10:00, desde dicha zona del Canal. Todo ello con permiso “de la autoridad y si el tiempo no lo impide”. Dice el refrán : Abril, de aguas mil , y todas caben en un barril.


De aquí, tomaremos la pista que conduce a la Cortijuela, a la que llegaremos después de recorrer 6 km. , y 250 metros , en lo que debemos de emplear mas o menos 1 hora y 35 minutos. Habremos dejado a nuestra izquierda el comienzo del sendero que va hacia Fuente Fría ( a 1 Km y 100 metros de la salida), y cruzaremos el puente de los 7 Ojos ( a 2 Km de donde dejamos los coches). En este punto, también a nuestra izquierda comienza la vereda que asciende al Pico de la Carne, excursión que ya se hizo el año pasado.







Zona de aparcamientos del Canal de la Espartera






Los Alayos desde el aparcamiento.








El comienzo de la ruta, con el Tamboril y Pico de la Carne de testigos









Puente de los Siete Ojos






En la Cortijuela, podemos visitar el aula de interpretación, que hay montada en su interior y se hará el descanso preceptivo.





















Para otro día, se podría organizar una visita al Jardín Botánico que allí hay, que es fundamental para el conocimiento de las distintas especies que componen la vegetación nevadense. Y sin querer señalar a nadie, y si me esta leyendo algún scouter, no es mala idea llevar a este punto al personal, como una actividad de doble sentido. Un recorrido de algo mas de 12 km. (total ida y vuelta) y un taller de conocimiento de las plantas de nuestra Sierra Nevada.









Aquí, hay que hacer mención también que es punto final del primer tramo de la Ruta Sulayr (Centro de Interpretación del Dornajo-Cortijuela) y comienzo del segundo (Cortijuela-Rinconada de Nigüelas), muy bien explicado y documentado, en los carteles que han puesto cuyas fotos acompaño.








Desde la salida de la Cortijuela disfrutaremos de los siguientes paisajes.



Vista del Cerro de la Cortichuela.
Hacia el Collado de Matas Verdes.
Vista de la Loma de Dílar.
Vista del Trevenque y el Trevenquillo.
Vista del Pico del Tesoro, Cerro Gordo y Pico de la Carne.



Desde aquí seguiremos la pista, siempre rodeando al Trevenque ( que queda siempre a nuestra derecha ) , la cual abandonamos a los 2 Km y 350 metros de la Cortijuela, por una vereda que sale de nuestra derecha, prácticamente en el mismo Collado de Ruquino, punto de inflexión del Trevenque con la Loma de Dílar.






Esta vereda que discurre en el cauce seco del nacimiento del río Aguas Blanquillas, en su mayor parte atrocha la pista que hemos dejado y que baja hacia el Cortijo de Rosales (Refugio) y pista que volvemos a coger tras recorrer 1 Km.


















Y ya en esta pista, a escasos 100 metros tomamos a nuestra derecha el sendero que nos llevara de regreso.
















Este punto da por llamarse la Puerta del Trevenque o del Mirador (algo menos de una hora desde la Cortjuela ) y, siempre rodeando al Trevenque nos llevará hacia los Arenales del mismo.




A nuestras espaldas queda ya el Trevenque.





Vamos descendiendo por los Arenales














Es la parte menos vistosa del recorrido por la naturaleza inhóspita del Arenal , que haremos casi siempre en descenso , hasta avistar un collado, de color mas blanco que el resto de la zona, donde se reconocerá además por tener en la misma divisoria un cartel. Hacia allí vamos en ligero ascenso y no hacia donde va la barranquera (que va hacia la izquierda), que nos haría caer por los Tajos del Barranco del Búho.









De aquí hasta donde dejamos el coche, es casi siempre en entrellano, salvo el descenso final, y teniendo frente a nosotros la Boca de la Pescá y el Cerro de las Pipas. A nuestra izquierda los agrestes Alayos.

Habremos recorrido en total .- 14 km. y 500 metros

Y empleado unas 4 horas de marcha, aproximadamente.

Agua vamos a encontrar solamente en la Fuente de la Cortijuela.










La Boca de la Pescá y el Cerro de las Pipas





Los Alayos, de nuevo Y , por fin, el aparcamiento



Os esperamos.


¡ Ah !, se me olvidaba, en la última excursión nuestra compañera Elvira apunto la idea de que comiesemos en plan bocatas en el campo para no tener que esperar y asi cambiar, y porque los mesones de la zona suelen tener saturación los domingos. Pues eso, que a bocadillos, y yo me apunto también. El que no quiera, como aún no hay hechos los votos de obediencia, pues que haga lo que quiera. Cabe también la opción dado que es cerca de Granada y la excursión corta, de volver a casa a comer.




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